El día de la mudanza ha llegado. Después de pelear con los de la oficina de la resi, he conseguido que me dejen mudarme mañana a primera hora. No pensé que me iba a dar tanta pena despedirme de la que ha sido mi habitación durante 3 meses. La habitación 3310, piso 3 del edificio 3, el pasillo que huele siempre tan bien y nuestra cocina casi siempre vacía si no llega a ser por el eslovaco que se hace unos platos...El edificio 3 es el mejor pues tiene la clase de música, que es tan últil para las épocas de exámenes con una pizarra para hacer dibujos como el que aquí os enseño. También estoy más cerca de la sala de las lavadoras (según nuestras cuentas tenemos una lavadora que funcione por cada 100 personas, y curiosamente yo siempre he tenido suerte para encontrarla libre) y del complejo de relax y sauna. Bien es cierto que esta residencia está un poco lejos del centro de la ciudad pero en el fondo he de reconocer que no me cambiaría.
La verdad es que es ahora cuando empiezo a manejarme sin mapas por la ciudad, cuando conozco a bastante gente en la resi y en el lab, cuando me muevo como pez en el agua en el laboratorio y justo me tengo que ir. Pero ya se sabe que estas cosas son siempre así, vas acumulando contactos en el facebook y contactos de facebook que además son amigos a los cuales hemos dejado el legado de difundir la receta de la tortilla por todo el mundo. Segunda experiencia erasmus que llega a su fin. Pero bueno, siempre nos quedará Pekín.